Hemos oído muchas veces frases como «me encantaría leer más, pero no tengo tiempo», o «es meterme en la cama, coger un libro y quedarme dormido». Los hábitos de lectura son muchos y diversos, y es que cada persona debe adaptarse a aquellos que le permitan disfrutar del placer de leer. Aspectos importantes como la temática del libro, el lugar donde se lee, incluso el deseo personal de leer uno u otro título puede influir a la hora de aprovechar el tiempo y disfrutar plenamente de la lectura. Te proponemos diez consejos prácticos para que leer sea uno de los mejores placeres que la cultura pueda ofrecerte.
Los cinco primeros consejos tratan de ayudar a conseguir un mejor hábito de lectura para aquellas personas a las que les cuesta centrarse y adquirir un hábito de lectura saludable. Un hábito que hará que los libros sean sus mejores amigos.
Encuentra tu temática
El objetivo primordial de la lectura, a parte de adquirir conocimientos y cultura, es divertirse y disfrutar. Por eso es fundamental saber qué tipo de libros apetece leer. Hay gente que le gusta la narrativa histórica, otros la policíaca… Para gustos, colores, y si hay algo en este mundo literario es una gran cantidad de obras de todos los géneros. Si escoges libros de un género que no te atrae, posiblemente dejarás de leer pronto. En cambio, si un libro te atrapa entre sus páginas, te sentirás satisfecho, y querrás seguir leyendo. Es entonces cuando disfrutarás del placer de la lectura.
Busca la hora adecuada
No siempre estamos receptivos. Según nuestro estado de ánimo, nuestro cansancio, falta de sueño… no todas las horas son propicias para la lectura. Hay personas a las que leer antes de dormir, acostados ya en la cama, les relaja y disfrutan de un buen libro. Otros, en cambio, prefieren leer por la tarde antes de cenar, incluso los fines de semana, mientras desayunan. Partiendo de la base, a la hora de aplicar estos consejos, de que cada persona es un mundo, debes encontrar el momento del día en el que disfrutarás más de la lectura. Solo tú sabes cuándo puedes hacerlo. Acostúmbrate a leer en ese momento del día en el que estás más dispuesto a adentrarte en un mundo fantástico entre palabras y páginas. Disfrutarás como nadie.
Márcate un objetivo
Hay personas que, bien por falta de tiempo, de no estar en un lugar idóneo o en un ambiente propicio, abandonan la lectura rápidamente por no centrarse en aquello que les está contando el libro. No se dejan llevar por la historia y pierden el interés: «Total, no me estoy enterando de nada», «siempre me interrumpen», «me duermo», o «cuando empiezo a involucrarme en la historia, tengo que cerrar el libro por cualquier motivo».
Intenta marcarte un objetivo sobre cuánto quieres leer: unas páginas, un capítulo… teniendo en cuenta el momento del día en el que vas a dedicar tu tiempo a leer y dónde lo vas a hacer, ese objetivo puede variar, pero puede ser un buen comienzo para que la lectura se convierta poco a poco en un buen hábito.
Disfruta mucho con la lectura
Ya has encontrado la temática en la que te encuentras a gusto. Pero eso no significa que todos los libros de ese género te vayan a gustar. Hay gente a la que no le gusta dejar los libros a medias, y muchas veces cometen el error de forzar la lectura para terminarlo. Hablamos de error porque el hábito de leer debe ser placentero, y la obligación pocas veces lo es. Si te encajonasen un libro, déjalo y busca otro. Posiblemente no es el momento de leer ese título. Si persistes en terminarlo, posiblemente acabes por aborrecerlo y al mismo tiempo, aborreciendo la lectura. No pasa nada por dejar un libro a la mitad. Quizá en un futuro te apetezca leerlo, o encuentras el momento en el que te adentres en su historia y realmente lo vivas.
Enfócate en lo que haces
Antes hablábamos de concentración en la lectura. Para poder disfrutar de un buen libro, debemos vivirlo, convertirnos en un personaje adicional de esa historia. Hoy en día, con tanta tecnología, redes sociales, y una sociedad volcada a la socialización virtual, concentrarse en hacer algo es bastante complicado. Desconecta del mundo cuando abras la primera página de un libro. José Enrique García, en su libro Yo en foco (NPQ Editores), explica contundentemente esta premisa: focalízate en aquello que estás haciendo. Si estás leyendo, céntrate en leer. Y olvídate de lo que te rodea. Verás cómo disfrutas de ese magnífico libro.
Haz una lista de lo que te apetece leer
No esperes a terminar un libro para decidir qué te apetece leer después. Al finalizar un libro, muchas veces nos quedamos con ganas de más, de seguir leyendo, de vivir más mundos ficticios, pero no tenemos a mano algo que sacie esas ganas de continuar. Mientras decidimos qué libro leer pueden pasar varios días (ir a la librería no siempre viene de paso) y en ese lapso de tiempo podemos perder interés. Siempre es bueno tener al alcance uno o varios libros en lista de espera, como se suele decir.
Reduce horas de televisión e internet
Diversificar el entretenimiento y distribuir el tiempo libre es algo que todo el mundo debería hacer. Pero muchas veces pensamos que la manera de hacerlo es la adecuada y estamos dando demasiada importancia a algunas vías de escape y no nos damos cuenta que dedicamos excesivo tiempo a unas y demasiado poco a otras. Esto lleva a la típica frase que comentábamos al principio de este artículo: no tenemos tiempo. Sí tenemos tiempo, solo que debemos aprender a dosificarlo. Si te paras a pensar seriamente, pasamos mucho tiempo navegando por internet o viendo la televisión sin que estos nos aporten nada. Simplemente es un acto reflejo. Siendo conscientes de ello, seguramente ese exceso de tiempo empleado en estos medios de comunicación podría ser empleado en la lectura… Y ya tendríamos más tiempo para la lectura. Párate a pensar en la distribución de tu tiempo libre… seguro que tienes tiempo de coger un buen libro y adentrarte en él.
Llévate tu libro allá donde vayas
¿Cuántas veces has visto a personas leyendo en el autobús, en el metro, en la sala de espera de la consulta del médico, o mientras toma un café? Cualquier momento es bueno para leer, y si el libro que estás leyendo te apasiona, más aún. Llévatelo siempre contigo, si es posible, y verás como al final del día has tenido más tiempo para leer del que pensabas. Y sobre todo, el trayecto en autobús o la espera se hace más amena… ¡y corta!
Lleva la cuenta, haz seguimiento
Posiblemente con este encabezamiento no se entienda muy bien el consejo. Si quieres habituarte a leer, una rutina que te puede ayudar a conseguirlo es hacer un seguimiento de lo que lees cada día. Apunta si el objetivo que te habías planteado lo cumples, día a día. Llegará un momento que no necesitarás hacerlo, porque te habrás habituado a leer todos los días, y lo harás automáticamente, porque habrás descubierto ese placer de evasión y de adquisición de conocimiento.
Socializa tu lectura
Algo que cada vez se está poniendo más de moda y que ayuda a las personas a interesarse más por los libros es hablar sobre el último libro leído con los amigos, acudir a clubes de lectura para compartir impresiones sobre un título determinado (seguro que en la librería cerca de casa se reúnen al menos una vez al mes para debatir), incluso seguir en redes sociales a blogueros literarios o booktubers (aunque parezca extraño, hay gente que comenta sus últimas lecturas en su canal de Youtube). Una ayuda para crear expectativas y aumentar la curiosidad por otros libros. Y lo mejor, una oportunidad de conocer gente interesante con las mismas inquietudes: el amor por los libros y el placer de la lectura.
Unos consejos prácticos que pueden ayudarte a aprovechar tu tiempo libre y dedicarlos a la lectura. Este mismo artículo se publicó en Los Jueves de Facebook Live de Editorial Sargantana. Todos los jueves lanzamos un vídeo en directo en la red social Facebook dedicado al mundo de los libros. Síguenos en Facebook y participa opinando sobre los diversos temas que ofrecemos cada jueves. Y además, ahora puedes encontrar estos vídeos en nuestro canal de Youtube.